Academia de Ciencias Matemáticas, Físico-Químicas y Naturales


Cierre del acto de ingreso en la Academia como Académico correspondiente de la Ilma. Sra. Da. Emilia María Guadix Escobar realizado por el Excmo. Sr. Presidente de la Academia




   Sra. Rectora Magnífica de la Universidad de Granada,
   Sra. Decana de la Facultad de Ciencias,
   Excmo. Sr. Presidente de Honor de la Academia,
   Excmo. Sr. Presidente de la Sección de Físico-Químicas,
   Ilmo. Sr. Secretario General,
   Ilmo. Sr. Santoyo, hoy padrino,
   Ilma. Sra. Guadix, ya nuestra flamante Académica,
   Excmos. e Ilmos. Sres. y Sras. Académicos,
   Familiares y amigos,
   Señoras y Señores:


   Celebramos hoy, una vez más, un acto solemne de recepción en nuestra Institución de un nuevo miembro de la misma, la Ilma. Sra. Dña. Emilia Guadix Escobar, quien nos acaba de deleitar con un discurso de ingreso realmente, así lo veo yo, entrañable y lleno de contenido científico y humano.
   A su vez, hemos podido disfrutar también de un discurso de contestación del Dr. Santoyo, de una laudatio, muy bien ajustada en su concepción y totalmente rigurosa en su elaboración y contenido.
   Es por ello mi deseo iniciar esta breve intervención felicitando a ambos disertadores.
   Estamos pues ante un día de satisfacción y de alegría para esta Institución por todo lo que estos actos significan para la misma, dándose además la circunstancia de que contamos, por un lado, con la presencia, una vez más, de nuestra querida rectora, la que, gustosamente, ha accedido a presidir este acto. Yo te agradezco, querida Pilar, que abundes una y otra vez, en dar testimonio público de tu compromiso con esta Academia en particular y con el Instituto en general; tu presencia aquí, no lo dudes, siempre será bien recibida y agradecida. Pero, es más, por otro lado contamos también con la presencia de nuestra muy querida Decana, la que viene dando continuamente testimonio de que no solo nos acoge y nos ayuda sino que, además, se integra. Muchas gracias Maricarmen por ser como eres.
   Muchos de ustedes saben que suele ser costumbre mía evitar, en la medida de lo posible, incluir en mi intervención, como presidente, valoraciones sobre los currículos de los aspirantes o sobre sus discursos de investidura, eso ya lo han hecho el pleno de la Academia a propuesta de la sección correspondiente y el padrino de los mismos. No obstante, se dan hoy unas circunstancias que me impulsan, en cierta medida, a apartarme algo de tal idea, circunstancias relacionadas con los acontecimientos acaecidos en la Facultad que nos acoge en las últimas fechas y que, para mí, han tenido una repercusión especial, muy especial diría yo, ya veremos si soy capaz de transmitir a este auditorio mi sentir particular.
   Y es que, hace unos días, nuestra Gran Facultad Grande, como a mí me gusta llamarla, galardonó a este presidente que les habla con una distinción para mí entrañable, lo que me hizo reflexionar sobre muchas cosas, entre otras la propia objetividad del hecho. Yo, abrumado por la circunstancia, expresaba en aquel acto mi emoción manifestando que creía era demasiado concentrar en una sola persona la labor de un gran colectivo, y lo hacía manifestando, al respecto, el enriquecimiento que, día tras día, me había supuesto la conexión continua con casi todos los miembros de la Facultad, muchos de ellos hoy académicos. Disfrutaba, y aun lo hago, viendo la evolución en madurez profesional y humana de cada uno de mis compañeros, así como de su proyección hacia nuestra Casa Común, integrando dentro de mi mismo estos logros y estas proyecciones. En definitiva, les seguía la pista y aun se la sigo a aquellos que “se dejan”, es un deleite, créanme.
   Pues bien, Emilia Guadix es uno de esos casos. Siempre me interesó su forma de ver las cosas, de enfocar las situaciones, podríamos decir, difíciles, su forma de compartir sus éxitos, su forma de entregarse a su Universidad, su forma de entender la vida familiar y la maternidad y, por supuesto y en general, su concepción profesional y humana de la vida; y ello porque, para mí al menos, Emilia Guadix es una persona llena de humanidad, compromiso social y rigor profesional.
   En su discurso, en el que yo veo tres grandes apartados, al principio nos da una idea bastante concreta de dos aspectos: Por un lado de la pasión que siente por su Facultad desde que entró en ella y, por otro de su argullo, al “abrir los ojos”, nos dice, y encontrarse en el día de hoy integrándose en nuestra Institución, orgullo que, entiendo, es muy de agradecer por lo que significa de reconocimiento institucional. Yo te puedo garantizar a ti, querida Emilia, que este es un sentimiento recíproco, pues nuestra Academia, y su presidente con ella, también se sienten muy orgullosos de tu ingreso en la misma.
   Como les decía, yo le he seguido la pista desde casi siempre a Emilia, posiblemente sin que ella fuera consciente del hecho, estas cosas suceden así, disfrutando, y mucho, con su evolución y con sus éxitos en todos los sentidos habiéndome considerado parte integrante de la proyección de los mismos por el enriquecimiento que suponían para nuestra Facultad y, por ende, para mí mismo como parte de aquella. Y es que, como ha dicho en su Laudatio el hoy padrino Dr. Santoyo, “en nuestra nueva académica se han conjugado de forma ejemplar cualidades, que las tiene, esfuerzo, que lo ha ejercido con constancia y logros fruto de las dos primeras; todo ello en una perfecta conjunción de voluntad y trabajo”, lo que ha conducido a un conjunto de éxitos fruto de una constancia de método y organización. De esta circunstancia da testimonio un currículo repleto de actividad, reconocimientos, premios, publicaciones, participaciones científicas y proyección investigadora y científico-docente.
   A su vez, se da la circunstancia de que el ingreso en la Academia de la Doctora Guadix viene a rellenar un espacio importante en la misma, el de la Ingeniería Química, lo que apostilla aun más el interés del mismo.
   Por otro lado y en lo que se refiere a su discurso de ingreso, ya en el título “Procesos Enzimáticos en el Diseño de Alimentos”, aparecen cuatro conceptos de gran actualidad asociados a las palabras que lo conforman y ligados también a procesos evolutivos de un interés científico cultural interesantísimo: “Alimentos, diseño, enzimas y procesos”.
   En lo que a alimentos se refiere, nuestra flamante académica realiza en su discurso un análisis de la importancia que este concepto tiene en el mundo actual y de la evolución histórica del mismo, desde el “homo hábilis” al “homo sapiens”, es decir desde lo que ella denomina como “fabricante de herramientas” hasta el “pensador y estratega”, todo ello ligado a la evolución de las técnicas de consecución, conservación y almacenamiento de los alimentos, así como de sus posibilidades de utilización como elementos curativos y ello sin olvidar la evolución anatómica, “cambio de tripa por cerebro”, asociada a los cambios climáticos acaecidos en el transcurso de los tiempos y ligada a las posibilidades de recolección de materias nutrientes.
   En su análisis, nuestra académica no olvida que en los tiempos presentes se vienen produciendo, por un lado, carencias nutricionales asociadas a la escasez o ausencia de técnicas apropiadas de consecución y tratamiento de materias primas y, por otro, cambios en nuestro estilo de vida que vienen originando desequilibrios nutricionales ya sea por exceso o por defecto de determinados nutrientes, conductas sedentarias, etc., que han dado lugar a una mayor frecuencia de problemas de salud pública tales como la obesidad, la diabetes o, incluso, problemas cardio-vasculares.
   Se da así, el hecho paradójico de que una parte muy importante de la población mundial presenta problemas de obesidad o, al menos, de sobrepeso, mientras que otra parte también muy importante, sufre desnutrición.
   Esta circunstancia, unida a los cambios sociales que se han producido en nuestra sociedad moderna referentes a la disminución del tiempo disponible para la elaboración doméstica de los alimentos, ha originado que las tecnologías culinarias, en parte al menos, hayan pasado a una floreciente industria alimentaria, con lo que el procesado (otro de los conceptos citados) de los alimentos ha evolucionado hacia la consecución de dos objetivos fundamentales: Por un lado hacia el diseño de alimentos que corrijan el consumo de dietas no equilibradas (alimentos funcionales), así como al diseño de alimentos que reduzcan el tiempo en las tareas de su preparación (alimentos listos para consumir) y, por otro, al desarrollo de procesos que conduzcan a la consecución de alimentos básicos a precios asequibles.
   Como consecuencia de toda esta evolución, ha cobrado en la actualidad un relieve muy especial lo que ha dado en llamarse el “Food design”, o diseño de alimentos, entendiendo por diseño, de acuerdo con Robin Mathew, “ese punto de equilibrio entre Ciencia y Arte” y que, según Wonter Stokkel, “es arte si no se puede explicar y es diseño si no necesita explicación”.
   Sea como fuere, en todo este proceso evolutivo han jugando y vienen jugando un papel esencial las encimas (otro de los conceptos claves del discurso de nuestra experta). Las encimas, esas moléculas de proteínas que tienen la capacidad de facilitar y acelerar las reacciones químicas que se producen en los tejidos vivos, en las células en definitiva, y ello sin reaccionar con las sustancias sobre las que actúan. Son así verdaderos catalizadores pero con una capacidad de catálisis muy superior a la de los catalizadores convencionales y que, por ello, han venido siendo, y son en la actualidad, elementos claves en los procesos de diseño y consecución de alimentos.
   Las tecnologías alimentarias están cobrando, pues, en la actualidad un relieve extraordinario originando aportaciones que han traído consigo una mejora general de las condiciones de vida, y, a su vez, los avances científicos y tecnológicos en nutrición, con un mayor conocimiento de la relación existente entre dieta y estado de salud, han originado un aumento muy considerable de la esperanza de vida.
   En el centro de su discurso, la Dra. Guadix dedica una gran parte del mismo a precisamente el estudio histórico-evolutivo de la contribución de las encimas en los procesos de diseño de alimentos, llevándonos al campo de la Ingeniería Bioquímica al introducir los fundamentos de la Ingeniería Química en los sistemas biológicos.
   Nuestra experta nos introduce así en un campo apasionante, y lo hace con un criterio evolutivo realmente didáctico, introduciendo de una forma gradual, no sólo los logros que se han ido alcanzando en esta parcela de la Ciencia, sino también las muy valiosas aportaciones que su grupo de investigación ha tenido al respecto y con ella al frente. Y lo hace de una forma sencilla, humilde diría yo, y con esa naturalidad que la caracteriza.
   Como les digo, el mundo de la contribución enzimática en el diseño de alimentos, resulta ser un mundo apasionante muy desarrollado pero también muy por desarrollar y en el que Emilia Guadix ha tenido mucho que decir y mucho por decir.
   No voy a extenderme más en este sentido, aunque les confieso que tengo una fuerte tentación de hacerlo, pero también tengo el temor de que, de alguna manera, pueda "estropear" la perfecta disertación que ha realizado la Dra. Guadix y que todos hemos disfrutado.
   No obstante, permítanme una muy breve reflexión sobre el papel que las enzimas juegan en algunos procesos que, aunque no estén directamente imbricados en el diseño de alimentos, si que tienen mucho que ver con el mismo, y que ponen, una vez más, de relieve lo apasionante que resulta ser esta parcela de conocimiento.
   Como hemos dicho, uno de los problemas más preocupantes en la actualidad es el de la obesidad o, al menos, el del sobrepeso, y existe por ahí una frase, de la que no recuerdo su autor, que sentencia, más menos, que "el apetito del futuro hijo, viene condicionado por el peso de su padre".
   Como es sabido, el apetito es algo instintivo y necesario para regular nuestra ingesta generadora de energía. El apetito nos induce a comer y sólo desaparece cuando se ha injerido la cantidad de alimento suficiente. El problema surge cuando ese apetito está descontrolado lo que acarrea que se siga comiendo y acumulando más energía de la necesaria la cual se almacena en forma de grasa y origina el sobrepeso.
   La pregunta sería ahora ¿cómo se controla ese apetito? Todo parece indicar que, según investigadores de la universidad de Baltimore en E.E. U.U., la ausencia o deficiencia de una encima, la OGT, es suficiente para que nuestro apetito parezca no tener fin.
   Se abre, pues, aquí un campo de investigación apasionante que, incluyendo a la genética, podría conducir a un control efectivo del apetito y a soslayar los problemas derivados del mismo que azotan a una buena parte de la población.
   Y ya debo ir concluiyendo, y lo hago con referencia a la última parte del discurso de nuestra compañera, en la que pone de manifiesto algunas ideas esenciales. Por un lado, la pasión que siente por su campo de investigación al manifestar que no sólo es Ciencia o Tecnología, sino que también puede considerase Arte: El arte de transformar materias primas en una sinfonía de sensaciones agradables", nos dice.
   Por otro lado, ella en su condición de mujer evoca ese principio de actuación, hoy generalizado, que proclama la necesidad de que "las mujeres alcen su voz": Yo entiendo al respecto que ella es un ejemplo de cómo debe alzarse esa voz: Su historia, su currículo, sus capacidades desarrolladas, su entrega profesional y su compromiso social así como la autoridad científica adquirida, ponen de manifiesto, así lo veo yo, que "el mérito prevalece sobre las concesiones ".
   Pues bien, querida Emilia, nuestra Academia ya te ha distinguido al integrarte en su nómina, yo espero, estoy seguro de ello, que a partir de ahora tú, como has prometido en la introducción de tu discurso, la dignifiques a Ella con tu contribución a la consecución de los fines que le son propios.
   Y ya finalizo, y lo hago felicitando a los colaboradores, familiares y amigos de nuestra compañera y de forma muy especial a VIKA, esa especie de macro-enzima capaz de catalizar los procesos emotivos que en su madre originan el cariño inconmensurable y la pasión que siente por su hija.
   Muchas gracias a todos por su atención.